La guerra de mi amigo
No sé si mi amigo Guzmán de Holguín estará bien de la cabeza. El dice que habrá una guerra. Y que pronto. Le digo que no sea pesimista pero mi amigo insiste, que sí. Que quiénes se alistarán en esa guerra, le pregunté.
Me dijo el otro día,
"Mira, yo lo he soñado más de una vez y más de dos"
"...
"¿No me crees? ¿Te piensas que estoy loco? Pues te equivocas? No lo estoy. Está claro que pronto se lanzarán a la calle los que tienen posibilidades y los que no. Los que miran al sol y no le creen, y los que siguen creyendo que el sol estará ahí toda la vida. Los que se despertarán seguros de encontrar su plato vacío y los que no estarán seguros ni siquiera de encontrar el plato. Los que amurallen sus casas por temer, y los que ya no temerán a nada...
"...
"¿Me oyes? ¿Te piensas que estoy mal de la cabeza? No lo estoy. Lo he soñado muchas veces y lo estoy viendo. Falta poco. Tiempo al tiempo"
Me fui para casa creyendo que al otro día se levantaría menos alegre. No sé porqué lo pensé así, que se levantaría menos alegre y viendo enemigos por todos lados. Luego pensé en Bibiana. Bibiana decía cosas parecidas y esos mismos enemigos que creía ver por doquier un día le asaltaron la cabeza y la sedujeron para que se subiera al terrado y se lanzara al vacío con el DNI en las manos.
Me acosté pensando en mi amigo. ¿Sería la cantidad de cervezas que se tomó en El Pato Loco? Lo vi tomarse dos nada más. No sé, puede ser que tuviera otras cosas dentro, no sé. El caso es que últimamente estaba con esos ecos golpeándolos dentro y creo que no sabía cómo quitárselos. No sé si lo sabía, si era consciente de esos ecos. Llamé a Vero.
"¿Está bien?"
"Si, ¿pasó algo? Llegó y se encerró a escribir una carta, dijo que tenía que mandarla urgente mañana, a primera hora"
Pero ese día no llegó porque mi amigo no se despertó nunca. Al lado de las cuatro líneas que había escrito tenía el DNI. Transcribo esas pocas líneas en honor a mi amigo Guzmán de Holguín. Vero me ha dado permiso.
"Está cerca y como estamos dormidos no nos damos cuenta, y ellos, como no son bobos, se aprovechan de que estamos dormidos. Cuando llegue la hora nadie podrá distinguir a nadie porque será de noche y de noche todos los gatos se parecen. Y esa confusión les convendrá a los enemigos. Falta poco. Yo espero no estar cuando lleguen"
Y al otro día no amaneció. Vero me pasará unos cuadernos que dejó escritos.
Ubaldo R. Olivero
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