El caballero Hector de Sainte-Hermine (1058 pgas).
Alejandro Dumas (1802-1870)
Emecé Editores 2007
No nos asustemos, antes brindemos con alegría. Alejandro Dumas ha regresado porque nunca se fue. Alejandro Dumas siempre nos sabe llevar más allá de lo que un número no poco de páginas podrían disuadir de que desvelemos sus misterios. Hay un poco de todo y los/as que han leído El Conde de Montecristo, del mismo autor, podrán reencontrar en este grandísimo fresco de una parte importante de la historia de Francia, amores de difícil relieve, traiciones de muchos colores, voces que se rebelan y están dispuestas a cargar con el peso del mundo, como Atlantes salidos de las intrigas dentro y fuera de palacio... Mi amiga Antonia tuvo la feliz cortesía, una de las tantas que tiene conmigo de regalarme la novela, y en cuanto llegué a casa me puse a la tarea. Hace una hora escasa la terminé y me he quedado vacío y lleno, y en la frontera, si cabe, de ese vacío y ese lleno porque los libros de AD, ya sabemos, cuentan con el rigor poético de las grandes catedrales del espíritu aventurero, tan propio e bordado de insumisiones de las épocas de ayer. Ahora estoy por las nubes pero volveré de nuevo sobre esta novela herida-testamento, río de batallas, prosa con nervio, tan escasa hoy. Abstenerse los cobardes. Salud!
Ubaldo R. Olivero
cajimaya@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario